martes, 25 de noviembre de 2014

PADRES Y DOCENTES DE CORAZÓN:


Educación para el éxito en el Siglo XXI



¿Se ha cuestionado alguna vez cómo se podría mejorar la educación de sus hijos, nietos, sobrinos, ó alumnos en el caso de los educadores etc.? A lo mejor ha meditado sobre su propia educación y cómo le ha afectado a usted y las decisiones que ha tomado a lo largo de su vida.
Sin duda nuestra educación es fundamental para alcanzar el éxito en la vida. Por eso debemos preguntarnos, ¿estamos entregando a nuestros hijos o alumnos una educación que los preparará bien para desenvolverse con éxito en el siglo XXI?
La educación tradicional esta pasando por una crisis a nivel mundial. Organismos estatales alrededor de todo el mundo están quebrándose la cabeza acerca de cómo diseñar una educación idónea. Anualmente se inyectan millones de dólares en programas educacionales sin obtener los frutos esperados.
La gran incógnita sigue siendo, ¿cómo se ve una educación ideal?
¿Cómo educar para el éxito?
La mejor manera de buscar una opción efectiva es volver a lo primordial y deshacerse de todos los paradigmas sobre la educación que hemos adoptado. Preguntemos pues, ¿cuales son los objetivos básicos que queremos lograr con una educación acabada para las futuras generaciones?
Para eso nos tenemos que olvidar del alumno perfecto que es el prototipo de la educación tradicional: ordenado, diligente, excelentes notas, obediente y muy hábil en el área lingüística y matemática. Si bien estas características son deseables, solo reflejan una conducta exterior que no necesariamente llevará al éxito en la vida.
Una educación para el éxito busca más adentro. Ve a cada persona como un individuo que tiene fortalezas y habilidades distintivas que podrá desarrollar y explotar para su propio bien y para el bien de los demás con un propósito específico:
Una educación para el éxito ayudará al alumno a descubrir sus fortalezas
Los dones y habilidades particulares de cada niño yacen en su interior como diamantes en bruto que los padres y profesores de los niños deben descubrir y desarrollar en él.
Lamentablemente, muchas veces el enfoque primordial de la educación tradicional está en las debilidades de los alumnos, con el fin de cumplir con una exigencia externa que no aportará valor a la vida del niño. Todo lo contrario, el mensaje subliminal de una educación que se enfoca demasiado en las áreas débiles de un estudiante es: “No eres tan capaz como los demás.”
El triste resultado final es que el niño aprende a odiar el aprendizaje en vez de abrazarlo como una herramienta que lo propulsará hacia delante.
Una educación para el éxito infundirá el amor al aprendizaje
El aprendizaje no debería terminar cuando se acaban los estudios primarios o secundarios. Idealmente toda persona debería ser un estudiante de por vida.
Para lograr esto, una educación de éxito se enfoca más en el proceso de aprendizaje que en los resultados del mismo. Más allá de las notas o una tarea bien terminada, es importante fijarse en el corazón del alumno.
Nuevamente, hay que olvidarse de palabras como “currículo”, “ramos” o “contenidos”. El niño no es un contenedor que debe ser llenado con “x” cantidad de conocimiento. Debe ser inspirado para que aprenda por su propia cuenta. El verdadero aprendizaje es cuando se prende un fuego en el interior del alumno que lo motiva a buscar la información por sí solo. Se llama curiosidad. Cualquier otro tipo de educación es una pérdida de tiempo.
¿Cómo se logra?
Hay que diferenciar entre la enseñanza de habilidades básicas como leer, escribir y la matemática y el resto del vasto universo del conocimiento, que jamás se podrá cubrir en su totalidad en 12 años de colegio. Las habilidades matemáticas, de leer y escribir se adquieren con disciplina y mucha práctica. El conocimiento, en cambio, debe adquirirse con motivación propia y de acuerdo a los intereses puntuales de cada niño.
Para no extinguir este amor al aprendizaje, es importante desarrollar las habilidades para que el niño, por su cuenta, pueda aprender el resto, sin imposiciones externas. Es el niño el que debe descubrir, a lo largo de toda su vida, con pasión y en forma totalmente individual, el entendimiento de las áreas del conocimiento como la historia, ciencias naturales y sociales, geografía, química, física, etc.
¿Aprendizaje lineal o cíclico?
De esta forma el aprendizaje será lineal, no cíclico. Una persona que aprende con motivación propia interiorizará el conocimiento de una forma mucho más eficiente. Su aprendizaje será lineal y no requerirá de repeticiones.
En cambio, una persona que aprende de acuerdo a la materia escogida por otros, aprende de forma cíclica. En los currículos tradicionales, la materia se repite año tras año para que el alumno capte al menos algo de la información. Éste método de educación, además de ser extremadamente ineficiente, es muy dañino, ya que produce una actitud pasiva hacia el aprendizaje.
Nuevamente, es importante no insistir en nuestro paradigma de “una educación acabada” en la cual el alumno debe dominar todas las áreas del conocimiento. Debemos preguntarnos honestamente: “¿Qué es más importante?”
·         Que sepa un poco de todo y que pierda su amor por el aprendizaje "o"
·         Que sepa enseñarse a sí mismo y se transforme en un estudiante de por vida.
Si se ha cuidado el amor al aprendizaje como una tierna flor que esta brotando desde la niñez, ésta florecerá durante el resto de la vida del alumno y le brindará una educación que le abrirá las puertas al éxito en todas las áreas de su vida.



DOCENTES DE CORAZÓN:


Las reglas en el aula


 Las reglas en el aula son muy importantes en todo grupo escolar o social, porque de ellas dependerá en gran medida que el grupo interactue positivamente, para que estas reglas logren el propósito es necesario que el grupo participe en su  elaboración, que sean ellos los que elijan el lugar donde se colocará el cartel de dichas reglas y que constantemente se estén remitiendo a ellas, de ahí la razón de ubicar dicho cartel en un lugar visible para todo el grupo. Otro elemento importante es que el docente con una actitud de afecto y de camaradería ponga el ejemplo permanentemente en la aplicación de dichas reglas.

domingo, 23 de noviembre de 2014

PADRES Y DOCENTES DE CORAZÓN:

Educar con amor



"La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón." Howard G. Hendricks

Educar con amor es, ante todo, tomar al infante como un ser humano; un ser humano que merece el mismo cariño y el mismo respeto que toda persona adulta.

Educar con amor es vernos reflejados a nosotros/as mismos/as en el infante y recordar aquellos tiempos en los que deseábamos con profundo anhelo un beso, una caricia, un abrazo, una aprobación... un te quiero.

Educar con amor es respetar el desarrollo del infante, sin forzar. Existen métodos pedagógicos que nos permiten hacer que el niño o la niña aprenda ciertas habilidades antes de lo que les creíamos capaces. Si puede avanzar la pedagogía y lograr esto sin causar problema alguno en ellos/as, por mi bien; si no, mejor dejar crecer y esperar con sabia paciencia.

Educar con amor es educar hacia la autonomía, hacia la libertad del educando. Ahora bien, autonomía no significa ausencia. Podemos estar con nuestro/a niño/a animándole a hacer las cosas por sí mismo/a, pero apoyándole, haciéndole saber que nosotros/as, sus educadores/as, sus padres, sus madres, estamos ahí, y que le ayudaremos si precisa ayuda.

Educar con amor es no olvidar que la educación no debe ser meramente instrucción; pues educar no es simplemente enseñar; educar es llevar al ser humano, al infante, a ese ser pobre y humilde, a su máxima condición física, psíquica y moral. La enseñanza a secas es adoctrinamiento y moralmente vacía. La educación, la cual para mí sólo es buena si va acompañada de una ética correcta y digna, engrandece los corazones, las mentes y los espíritus.

Educar con amor es no llevar a cabo el proceso de la educación como un medio orientado hacia un fin, sino que la educación constituya un fin en sí misma. Si por ejemplo damos una educación feminista, esto es, igualitaria, pienso que no debe ser con el objetivo de conseguir una sociedad equitativa entre hombres y mujeres, sino que si se hace así, debe ser porque es lo correcto. Es decir, no pensar en un camino hacia la igualdad, sino que la igualdad sea el camino. No pensar un camino hacia la libertad, sino que la libertad sea el camino. No pensar un camino hacia la paz, sino que la paz sea el camino.
 
Educar con amor es pensar que el educando ya crecido no viene a nosotros/as vacío/a. Es pensar que lleva algo ya escrito en su mente: ideas y emociones. Es respetar ambas cosas. Es tener en cuenta que nuestro/a niño/a también tiene un cerebro que le permite generar ideas y sentir. No hay que centrarse meramente en la educación intelectual, ni tampoco exclusivamente en la sentimental. Educar en ambas cosas a la vez es posible.

Educar con amor es permitir moverse al infante. Es permitirle satisfacer su curiosidad y explorar el mundo, cual arqueólogo/a adentrándose en un nuevo mundo lleno de tesoros aún por descubrir.

Educar con amor no es amarrar a nuestro educando. No es tejer una cadena, ni siquiera lazos. Es construir un puente que nos permita estar en contacto, al mismo tiempo que nos permite ser tú y yo por separado.

Educar con amor consiste en desear lo mejor para nuestro educando y aceptarlo tal y como es, sin pretender cambiarle para nuestro propio gusto, ni utilizarle para nuestros propios fines.

Educar con amor es mostrar interés y preocupación por el infante, sin llegar a hacerlo de forma exagerada y extremista, hasta el punto de anularle.

Educar con amor pensar que ese pequeño y delicado ser no nos pertenece, sino que se pertenece a sí mismo (hemos llegado a un punto que el que los padres y las madres piensan "mi hijo/a es mío/a y tengo derecho a decidir sobre él/ella en todo momento y para todo, lo que me plazca"; y esto conlleva a que como pertenece a la madre y el padre, estos pueden decidir sobre su hijo/a cosas como propinarle una paliza. "Y que nadie me lo reproche porque es mío/a").

Educar con amor es desear el bien, la felicidad y la auto-realización del niño o la niña, sin significar eso la escasez del bien, de la felicidad y de la autorrealización propia, pues no puede ofrecerse aquello de lo que uno/a carece.

Educar con amor es como hablar en susurros, cual dos amantes hablándose labio a labio; sin gritos, sin prepotencia ni pedantería. Con humildad y delicado afecto.

Educar con amor es agacharnos y ponernos a la altura del infante. No podemos pedirle que éste/a se ponga a nuestro nivel, como si de una persona adulta se tratase, pero siempre podemos hacer que el mundo sea un poco más pequeño, a su medida. Porque a veces, para ayudar a crecer, hay que agacharse.



sábado, 22 de noviembre de 2014

PADRES DE CORAZÓN:

RECETA PARA EDUCAR NIÑOS FELICES



Recuerden queridos papás, no es cantidad, es calidad y mucho, 

mucho amooooooor.

PADRES DE CORAZÓN:

Claves para potenciar la felicidad en los niños


Cómo despertar y potenciar la felicidad en los niños. Bienestar, despreocupación, seguridad y tranquilidad, son algunas situaciones que pueden definir muy bien la felicidad.

Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo. Tener a un niño o niña feliz debe ser el propósito de los padres así como de los profesores y de toda la sociedad. ¿Es tu hijo feliz?

Cómo enseñar a tus hijos a ser felices

Para la psicóloga Silvia Álava, el 50 por ciento de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10 por ciento a las circunstancias vividas, y el 40 por ciento a la actividad emocional que podemos aprender a controlar para ser más felices. Es decir, que la felicidad también se aprende.

Basándose en estudios de la Dra. Sonja Lyubomirsky y María Jesús Álava Reyes, la psicóloga ha desarrollado una serie de actividades rotativas apoyadas por pautas básicas que ayudan a potenciar la felicidad en los niños.
Aprender a ser feliz
El trabajo propone fomentar la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, integridad, y hacer actividades con los hijos. Además, durante las actividades se reproducirá un vídeo infantil y didáctico sobre los consejos para potenciar la felicidad en los pequeños. Para el proyecto, son ocho las claves de la felicidad infantil:

 v Ser amable. Niños amables experimentan más satisfacción y energía, son más cariñosos y agradables, y gozan de aceptación social.

 v Dar las gracias. La gratitud favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niños. Los niños valoran más lo que tienen y a su entorno.

 v Ser positivo. Los niños educados en un entorno positivo son más seguros y creen más en sí mismos. Tienen mayor control de su mente.

 v No etiquetar. Se debe evitar rotular a los niños. Decirles "eres malo", "eres llorón", les predisponen a moldear su actitud para encajar en este perfil.

 v No dramatizar. Debemos dar su justo valor a las cosas y a las situaciones. Debemos extinguir conductas como pegar, insultar o faltar al respeto.

 v Logro personal. Los niños son más felices si consiguen sus objetivos por sus propios méritos. Debemos animarles en este sentido.

 v Autonomía. Estimular la independencia de los niños, potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismos.

 v Inteligencia emocional. Los niños deben aprender a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas de manera pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter.

Vilma Medina. Directora de GuiaInfantil.com



viernes, 21 de noviembre de 2014

DOCENTES DE CORAZÓN:



Importancia de fomentar la creatividad infantil




Fomentar la creatividad en los niños desde que nacen les ayuda a expresarse por sí mismos, desarrollar su pensamiento abstracto, resolver problemas, relacionarse mejor con los demás… La clave está en respetar sus tiempos de aprendizaje y darles libertad para que desarrollen su imaginación.

La creatividad infantil. La creatividad es una actitud que todos los individuos poseemos, más o menos desarrollada, para producir ideas y soluciones nuevas. Por lo tanto, es el proceso de presentar un problema a la mente con claridad (ya sea imaginándolo, visualizándolo, suponiéndolo, meditando, etc.) y luego originar o inventar una idea, concepto, noción o esquema según líneas nuevas no convencionales.

Según un estudio realizado en la Universidad de Pensilvania (EE UU), una persona creativa reúne las siguientes características: sensibilidad, fluidez, flexibilidad, originalidad, capacidad de redefinición, de abstracción, de síntesis y coherencia de organización.
Desde que nace, el ser humano tiene la capacidad de crear. En todas las personas (grandes y pequeñas) existe un claro impulso de hacer cosas, un instinto que sólo puede explicarse como una necesidad permanente de experimentar, de indagar, de relacionar, como un potencial innato que se debe cultivar.
El desarrollo creador comienza tan pronto como el niño traza los primeros rasgos. Lo hace inventando sus propias formas y poniendo algo de sí mismo, de una manera que es únicamente suya.
En los niños, esta actividad experimental requiere de libertad para crear, para establecer relaciones nuevas, pero también necesita la ayuda de un guía, de un maestro creativo para apoyarla. Esto es, no hay que reprimir la creatividad en el niño, pero no basta con dejarlo que experimente a su aire.
Las ventajas de la creatividad:
El arte es muy importante para los niños, les ayuda a expresarse por sí mismos, desarrolla su pensamiento abstracto, les permite hacer elecciones y resolver problemas. Además, desarrolla en ellos destrezas sociales y de comunicación.
  • Construye la autoestima: Al proporcionar a los niños recursos creativos, se confirma su derecho a jugar y se estimula la individualidad.
  • Aumenta la conciencia de uno mismo: Sentirse libre para expresarse, característica que estimula y es estimulada por el proceso creativo, es un requisito previo para el éxito en distintos campos. La tendencia natural de los niños es a manifestar sus sentimientos directamente, sin censurarlos ni clasificarlos, especialmente si creen que no van a ser criticados o castigados. En un clima de seguridad, los niños pueden expresar sus sentimientos y ser ellos mismos.
  • Desarrolla la comunicación: Los chicos a los que se les niega la posibilidad de expresarse aprenden a no decir a los adultos si se sienten mal -confusos, nerviosos, frustrados o enfadados. Estos niños tienden a manifestar los sentimientos de forma directa e inadecuada, por ejemplo, robando, estropeando o rompiendo objetos. Los niños a los que se enseña a suprimir ciertos sentimientos acaban generalmente restringiendo sus emociones.
  • Favorece su socialización: Permitir a los niños que expresen todo tipo de emociones es parte de la estrategia para fomentar la creatividad. Los niños capaces de expresar una amplia gama de sentimientos gozan de una clara ventaja en las relaciones sociales. Son más conscientes de los sentimientos de los demás y también más receptivos. Piden lo que necesitan, declaran sus preferencias y son flexibles a la hora de enfrentarse a una gran variedad de relaciones sociales. Estas cualidades les proporcionan ventajas en el colegio, lo cual incrementa también sus posibilidades de éxito.
  • Fomenta la integridad: Una de las características que se repiten en la vida de los creadores artísticos es su necesidad de mantener la integridad personal en su vida y en su trabajo. Lo consiguen buscando la manera de ser ellos mismos y de manifestar sus mayores conquistas en su trabajo. Las personas creativas se sienten realizadas e integradas cuando hacen algo para lo que poseen un talento especial.
  • Descubre al artista que lleva dentro: El placer por el arte debe cultivarse desde que nacen, ya que durante sus primeros años de vida asimilan con mayor facilidad cualquier tipo de conocimiento. “Los niños por lo general tienen un gran potencial de creatividad, se trata de respetar sus tiempos de aprendizaje y darles libertad” –explica Isabel Moltó, licenciada en Historia del Arte y creadora en su galería de arte Cabinet de unos talleres para niños.
  • No le digas qué dibujar o pintar, déjalo que eche a volar su imaginación. Anímale a tomar sus propias decisiones. Lo que ellos aprenden y descubren por sí mismos durante el proceso creativo es lo más importante. La independencia y el control son componentes importantes en el proceso creativo.
  • No “arregles” sus dibujos. Los niños ven el mundo de forma diferente. Lo importante es que dé rienda suelta a su creatividad y que le preguntes qué está dibujando para que él identifique sus creaciones.
  • Busca actividades artísticas que estén a su nivel.
  • Ofrécele gran variedad de materiales y de experiencias creativas: trazar, pintar, esculpir, acudir a museos, trabajar con arcilla, etc. La plastilina es una gran opción ya que a partir de ella los niños empezarán a moldear sus propias figuras.
  • Exhibe “las obras de arte” de tu hijo en casa. Muéstraselas a las visitas que llegan a la casa, sobre todo si tu niño está cerca y los puede escuchar elogiando sus trabajos.
  • Incentiva su curiosidad. Entre los 3 y 10 años se les puede formular preguntas como: “¿Qué pasaría si las personas volaran?”, “¿en qué se parecen un gato y un elefante?”. Obviamente, no existen respuestas buenas o malas, lo que importa es que se les permita expresar o lanzar muchas ideas a partir de un tema, que utilicen su imaginación y encuentren múltiples respuestas a una pregunta.
  • Deja que se equivoque. El miedo a fallar es un temor aprendido que los niños pequeños ni tienen. Ellos están dispuestos a realizar muchas preguntas y hallar respuestas que no necesariamente son las correctas. Lo importante es permitir que cometan errores, sólo así se constituirán nuevos aprendizajes.
  • Inventad historias juntos. Busca dos palabras que no guarden relación aparente (por ejemplo, bruja y economía), y cread entre los dos un cuento en el que aparezcan ambas. Además de pasar un buen rato, se incentiva la capacidad de comprensión, abstracción y expresión verbal.
  • Descubre sus intereses. Si, por ejemplo, le gustan los animales, puedes proponerle pintar un zoo o realizar un collage con fotos de animales que encontréis en las revistas… Sea cual sea la actividad que vayáis a realizar, enfócala hacia algo que a tu hijo le guste.
  • Realiza actividades con tus hijos. Así lo aconseja Isabel Moltó, “si los padres dedican un tiempo a realizar actividades con ellos se suma el placer de dibujar o pintar con el rato que están juntos. A veces no todos los padres tienen ni el tiempo ni la paciencia de dibujar un elefante verde volador ni tampoco espacios donde pintar con pinceles pero sí se pueden hacer un montón de cosas con ellos en casa”.
  • Inscribe lo en un taller de arte. Por ejemplo, como los que imparte Isabel Moltó. En ellos, se trabajan con diferentes soportes: madera, lienzo, todo tipo de papeles y cartulinas, alambres, gres, corchos, cables, cartones… y con esos materiales se realizan collages, esculturas, pintura, grabado, técnicas mixtas, etc. “Generalmente –explica- el tipo de talleres que organizamos están enfocados hacia el arte contemporáneo para niños de 4 a 12 años. El objetivo de estos cursos es introducir poco a poco conceptos del arte que están viviendo ahora, aprender diferentes técnicas y sobre todo jugar y divertirse, el arte nunca debe ser un rollo.


La idea surgió porque en Madrid se pueden encontrar talleres dentro del programa expositivo de los museos pero no suelen tener continuidad, lo cual se queda en algo anecdótico para el niño. Cuando tuve a mis hijos echaba en falta talleres donde pudieran ir todo el año y realizar diferentes actividades”. Por eso, su local invita a soñar y expresarse artísticamente.



Fuente: Antonio Machón. Isabel Moltó, talleres en Cabinet (www.espaciocabinet.blogspot.com).
Redacción: Irene García.





PADRES DE CORAZÓN:

¿Cómo estimular la autoestima de los niños?

Cada niño es único, y en el caso de que quieras construir una buena autoestima en tu hijo, debes considerar factores como su temperamento, sus habilidades, debilidades, mecanismos de defensa, deseos y su nivel cognitivo. Y además, estos consejos prácticos te pueden ayudar a estimular la autoestima de tu hijo:

1.      Responsabilidades. Incentiva el desarrollo de las responsabilidades del niño. De una manera positiva, crea algunos compromisos y exige, en un clima de participación e interacción, su cumplimiento por parte del niño.

2.      Participación. Da la oportunidad al niño para tomar decisiones y resolver algún problema.

3.      Refuerza sus logros. Refuerza con positivismo las buenas conductas del niño. Por ejemplo, cuando él haga los deberes, o recoja sus juguetes, o se cambie de ropa solo, dile con cariño y de forma efusiva ¡qué mayor eres!, ¡gracias por ayudarme!, o ¡lo has hecho muy bien!. En algunas casas y colegios, este refuerzo se hace a través de pequeños premios.

4.      Límites claros. Marca los límites en su educación, enseñándole a prever las consecuencias de su conducta. Ejemplo: "Si no recoges tus juguetes, no irás al cine". Y que no haya vuelta atrás.

5.      Resolución de problemas. Enseña a tu hijo a resolver sus propios problemas y a aprender de sus errores y faltas, de una forma positiva. Por ejemplo, si el niño no alcanza una buena nota en una asignatura escolar, anímale a estudiar más y a prepararse para superarse en el próximo examen. El niño debe sentir que un error puede convertirse en un aprendizaje y, consecuentemente, podrá arreglarlo si emplea más esfuerzo.

6.       Críticas constructivas. Deja de lado las críticas destructivas. Los insultos no favorecen a la autoestima del niño. En lugar de decir "eres un desordenado, tienes tu cuarto como una basura", mejor decir "no me gusta ver tu cuarto tan desordenado, me pone muy triste". Así, estarás demostrando que lo que a ti te disgusta es el desorden del cuarto, no el niño.
Efectos positivos de una buena autoestima en los niños
Un niño con una buena autoestima podrá experimentar sus efectos positivos: la confianza, el ánimo, el interés y el placer de aprender y de realizar sueños. Es necesario que sea edificada y construída desde que el niño sea apenas un bebé. El afecto y el cariño entre el recién nacido y sus padres pueden ser considerados una guía de la autoestima. El bebé debe sentirse querido y abrazado por lo que es. Por eso, en el caso de que tu bebé haya nacido con alguna anomalía o deformación física evita para que él no sienta tu preocupación. Acércate aún más a él.

El niño que no siente que es valorado por sus padres puede desarrollar el miedo de ser abandonado. Lo mismo se debe hacer, por ejemplo, cuando el niño, en la escuela, es etiquetado como el malo, el trasto, el impertinente, y lo único que hacen, compañeros y alumnos, es dejarle de lado, discriminarle, haciéndole sentir marginado y rechazado por todos. Esta postura no le ayudará en absoluto, creando una baja autoestima en el niño que, en poco tiempo, podrá llevarle al fracaso escolar.